lunes, 28 de septiembre de 2009

Pánico prematrimonial, un mal muy común


Aquellos que se piensen que lo que le sucedió a Julia Roberts en “Novia Fugitiva” sólo pasa en las películas están muy equivocados. Un ejemplo de ello es la estadounidense Jennifer Wilbanks, la novia que debía casarse y en pleno ataque de nervios fingió un secuestro para desaparecer y huir de la boda. Para los expertos se trata del “pánico pre-matrimonial”.
Carl Hindy, un psicólogo de las afueras de Boston experto en terapia matrimonial: "La decisión de casarse se hace más difícil después de los 20". Y si bien admite que lo que le ocurrió a Wilbanks es un caso extremo, Hindi asegura que no le extraña que “la cita con el altar provoque ataques de pánico”.
"Está comprobado, estadísticamente, que la mitad de los matrimonios fracasan", apunta Hindy a Univision.com, a lo que añade que "si la mitad de los aviones se estrellasen, seguro que uno se lo pensaba dos veces antes de subirse a bordo".
Aunque no existen cifras oficiales sobre plantones matrimoniales, Rachel Safier, una novia arrepentida que canceló su boda "de mutuo acuerdo" en 2001 aseguró -en una entrevista con "The Washington Post" tras su ruptura- que unos 500 mil novios y novias tiran la toalla cada año en Estados Unidos antes del enlace.
"El factor decisivo para mí a la hora de romper mi compromiso fue la sensación que tenía en la boca del estómago y que no desaparecía", aseguró Safier. "Nunca sentí eso de que era el momento más feliz de mi vida. Me sentía fatal", señaló Safier, quien, por supuesto, desaconsejó actuar como lo hizo la "pobre" Wilbanks.
A las novias que atraviesan esa situación y se animan a tomar la decisión les recomienda: "Siéntante con tu prometido tan pronto como sea posible. Es la mejor forma de romperle a alguien el corazón, como sabemos muy bien. Pero hay que hacerlo tan pronto como sea posible".


Fuente:

Boda Estilo

28/09/09



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