martes, 3 de marzo de 2009

Tiempo de relax



Tras la boda y todo el ajetreo y estrés que conlleva su organización, llega uno de los mejores momentos para la recién formada pareja: el viaje de novios o luna miel.
El origen de la expresión 'luna de miel' no está claro y son muchas las teorías existentes que tratan de explicarla pero, en la actualidad, simplemente hace referencia al periodo inmediatamente posterior a la boda, y que consiste normalmente en un romántico viaje a un lugar exótico.
Seguramente, este viaje sea uno de los más importantes que realice la pareja a lo largo de su vida. La idea principal del viaje de bodas es descansar, estar tranquilos y disfrutar de las comodidades que nos ofrecen. Nada de pensar, sólo disfrutar.
Existen multitud de lugares propicios para estos viajes, lo que conlleva a veces un conflicto a la hora de decidirse.
Los destinos son de lo más variado en función de los gustos de la pareja y, evidentemente, de sus posibilidades económicas.
La variedad que presentan las agencias de viajes es muy amplia y va en aumento año tras año.
Lo habitual es delegar en una agencia de viajes el tema de la organización ya que de esta forma la pareja tendrá la tranquilidad de que todo está perfectamente planeado.
Los expertos recomiendan ir a un sitio en el que ninguno de los dos haya estado antes.
Por norma general, la mayoría de las personas piensan que lo ideal son las playas, y por ello es común ver en cualquier época del año, a cientos de parejas de recién casados, cenando románticamente en una mesa junto al mar o caminando por la arena. Los destinos preferidos suelen ser Cuba, Santo Domingo, Bali, Seychelles o la Polinesia.
Además, los cruceros por el Mediterráneo o que recorren diversos países asiáticos son una de las opciones más elegidas por los recién casados.Para los que quieren algo diferente, más tranquilo e igualmente divertido, pueden visitar algunas ciudades coloniales.
En Estados Unidos existen lugares muy interesantes como Boston, Nuevo Orleans, Orlando, Miami o Nueva York.
Por el contrario, si se prefiere viajar al continente americano pero más al sur, la recién pareja puede visitar países como Argentina o Chile.Además, en los últimos años se ha puesto de moda viajar a países del continente europeo y Asia. Los tradicionales destinos en Europa todavía siguen siendo de lo más solicitado, destacando París por sus connotaciones románticas.
Una recomendación que hacen desde las agencias de viajes es que para disfrutar al máximo de los países que se visitan así como de la pareja es no visitar diversas ciudades en un corto espacio de tiempo, ya que así no se descansa y se pierde la esencia de dicho viaje.
Pronto, se planea que sea una realidad en 2012, las lunas de miel podrán disfrutarse en el espacio.
Así lo corrobora la compañía Galactic Suite con sede en Barcelona. El paquete que propone la empresa combinará elementos de entrenamiento (siguiendo las pautas de preparación de astronautas), lujo y diversión, tanto en la Tierra como en órbita.
Una visita en el Galactic Suite Space Resort será el clímax de una aventura que conducirá al turista espacial a un viaje que durará casi cinco meses, incluyendo una estancia en una isla tropical.


Fuente:
Heraldo de Soria
3 de Marzo de 2009
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lunes, 2 de marzo de 2009

¿Cómo me peino el día de mi boda?


En una fecha tan señalada no puede faltar un peinado acorde a la magnitud del evento. A la hora de elegir cómo arreglar el cabello son numerosos los factores que pueden influir como el vestido, el gusto personal, o la clase de pelo que se tiene. Las tendencias más actuales son los recogidos sencillos y las ondas marcadas con diminutos accesorios. Cabello con Estilo Maquillaje para novias


Si eres de las que prefieren la modernidad, una coleta bien trabajada o un flequillo estilo bob están en este momento inspirando la última moda, más allá de la ceremonia. Para las uniones civiles son muy recomendables las nuevas tendencias vintage y chic, como el corte a lo garçon o las ondas al agua, que hacen que nuestra melena luza más desenfadada.
Uno de los clásicos que nunca falla es el moño italiano que despeja el rostro, con el pelo retirado hacia atrás. Sin embargo, la novia moderna opta por un semirrecogido, o con llevar la melena suelta acorde con las nuevas tendencias.
Las novias más bellas no llevan cardados imposibles o colores estridentes, sino un sencillo recogido de claras líneas que ilumine el rostro, o una melena bien hidratada.
Las nuevas tendencias permiten jugar con los accesorios como broches, tiaras o colgantes para adornar el moño o el pelo suelto. Decorando el pelo con diminutos accesorios brillantes diseminados en ondas, al más pulo estilo de Keira Knightley en “Orgullo y Prejuicio”.Las horquillas, peinetas, lazos o cintas aportan glamour, eso si sin excesos. A fin de cuentas se trata de encontrar el estilo propio y personal.


Como recomendación es prudente no teñirse o cortarse el pelo en los días previos a la boda, pues si el resultado no es el deseado es más difícil cambiar el estilismo a última hora. Además es casi obligatorio realizar una prueba del peinado para comprobar si el resultado final es de nuestro agrado antes del gran día.


Esta prueba sirve para determinar qué estilismo resalta nuestras facciones y resulta más favorecedor. Es importante que potencie los otros elementos del "look" nupcial como el maquillaje y el vestido, para irradiar una serena belleza en un día tan señalado.
También hay que tener en cuanta el tipo de cabello para el peinado, si es liso, rizado u ondulado, y tener cuidado en no estropearlo con permanentes o alisados agresivos que lo puedan estropear o resten naturalidad a la imagen. Además, los volúmenes excesivos y cardados no se llevan esta temporada.
Asímismo, a la hora de elegir, los tocados son muy variados, ya sea vintage, urbanita, chic, sofisticado, medieval, clásico, o romántico, lo importante es que la novia vaya con un estilo personal, que se sienta guapa y cómoda.


Fuente:

Terra

2 de Marzo de 2009



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Secretos para organizar un enlace perfecto



Organizar una boda es algo complejo. Se trata de aquella ceremonia que todos deseamos que sea perfecta y resulte inolvidable, pero también es una de las ceremonias que en la que más detalles y factores intervienen, no siempre perfectamente controlados.

La clave del éxito está en disponer de una adecuada planificación con tiempo suficiente como para reaccionar ante los imprevistos que con toda seguridad irán surgiendo por el camino. Escoger el vestido de novia y el traje para él, preparar las invitaciones, contratar el banquete, las flores, elegir los adornos para la ceremonia... Pero, ¿por dónde empezar?

Lo más importante es no perder la calma y comenzar los preparativos con suficiente tiempo de antelación. La primera decisión importante que deben tomar los contrayentes es determinar el tipo de ceremonia que desean realizar, aunque en ambos casos deben tener en cuenta que la temporada alta para este tipo de celebraciones es de marzo a septiembre, de ahí la necesidad de escoger el emplazamiento y reservar fecha para el deseado enlace. La fecha concreta, el día, debería decidirse con bastante antelación, como mínimo un año. No suele haber largas listas de espera en caso de tratarse de una boda civil, pero en caso de una boda religiosa, si el templo elegido es de una cierta relevancia podemos encontrarnos con listas de espera de hasta varios años.
Seguidamente se deben elegir los padrinos y debemos ponernos en contacto con ellos, no debemos arriesgarnos a esperar demasiado y que alguno de ellos tenga ya un compromiso que haga imposible su asistencia. El paso siguiente es elegir el restaurante donde se celebrará el banquete. Si se sospecha que el lugar puede estar muy solicitado conviene empezar a mover este tema incluso antes, más o menos con un año de antelación.

Unos ocho meses antes, la novia debe comenzar a buscar su vestido. Es muy habitual que las firmas de moda nupcial cuelguen sus catálogos en su página web para que ellas puedan hacerse una idea de cuáles son las tendencias de la temporada. Los profesionales aconsejan mirarlo con unos ocho meses de antelación, de esta manera, la novia puede probarse distintos modelos antes de decantarse por uno. Una vez elegido el vestido hay que ultimar otros pequeños detalles como la lencería, los zapatos, los tocados de pelo, etc.

Cuatro meses antes del enlace es el momento perfecto para seleccionar las invitaciones. Actualmente, existen cientos de modelos en el mercado, por eso, lo más conveniente es elegir una tarjeta que se adapte a nuestros gustos. Las invitaciones de boda deben enviarse con dos o tres meses de antelación si queremos asegurarnos la asistencia de todos los invitados.

También hay que empezar a mirar las alianzas y decidirse por el fotógrafo. Finalmente, los últimos meses antes del enlace se deben dedicar a perfilar algunos detalles importantísimos como el maquillaje y el peinado que lucirá la novia, los adornos florales, las joyas y, sobre todo, el destino de la luna de miel, sin duda, uno de los momentos más esperados por los novios.

Para los últimos días antes de la boda no debería quedar nada por hacer, en teoría. La práctica siempre suele poner imprevistos en el camino, así que lo principal es tratar de mantener la calma en lo posible.

Un año por delante
Los preparativos de una boda comienzan un año antes de la fecha del enlace. Tras decidir el futuro matrimonio si prefieren contraer matrimonio de manera religiosa o civil, se deberá seleccionar la iglesia, el juzgado o el Ayuntamiento en el que se vaya a oficiar el enlace y pedir fecha. Tras este trámite hay que seleccionar el restaurante donde se celebrará el banquete. Desde entonces, comienza una larga carrera para tener todo listo en la fecha prevista.
Ocho meses antes
Ocho meses antes de la fecha elegida hay que empezar a buscar el vestido de novia con el que toda mujer sueña. Este paso puede llevar más tiempo del esperado, por lo que conviene probarse distintos modelos antes de decantarse por uno. Suele ser bastante habitual que las novias pierdan peso a medida que se acerca la fecha del enlace, así que es muy probable que días antes de la boda tengan que realizar una última prueba del vestido.
Seis meses antes
Es la recta final. En los últimos seis meses hay que ultimar los pequeños detalles como las invitaciones y alianzas, así como otros complementos que llevarán los novios. También hay que empezar a buscar el fotógrafo que inmortalizará un día tan especial. Además, hay que reservar con suficiente antelación el viaje o luna de miel.


Fuente:

Heraldo

2 de Marzo de 2009



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Vestidos de novia: diseños de acuerdo a tu estilo



Romántica, bohemia, clásica o contemporánea, todas las mujeres planean muy bien el vestido que llevarán el día de la boda.
La novia se robará todas las miradas durante la ceremonia, ya sea en un matrimonio formal, en un lugar romántico o en la playa. Escogerlo no debe ser motivo de angustia sino al contrario, es otra razón para disfrutar el matrimonio. Diviértete probando vestidos y acomodándolos a tu estilo.
Romántica
Las novias de estilo romántico son mujeres muy sensibles a las que les gustan las flores, los bordados femeninos y el encaje, el corte del vestido es como el de las princesas con corsé, aunque hay cabida para telas ligeras que delineen la figura. El estilo es tipo cenicienta.
Accesorios: Usa un velo clásico, puedes llevar joyas con cristales.
Lugar ideal: Donde se llevan a cabo es preferiblemente en campo abierto, en un lugar tradicional y decorado con flores.
Glamuroso
Los vestidos glamurosos se rigen bajo las tendencias de la moda, hoy día tienen brillantes y telas metalizadas. El corte es más sensual que romántico, estilo sirena. Con escotes o espalda pronunciada. Las telas son ligeras.
Las mujeres modernas son minimalistas y simplemente chic, así que se pueden arriesgar con vestidos de cortes y estampados geométricos. Incluso los de tipo cóctel.
Accesorios: Puedes llevar pieles y plumas como parte de la decoración del vestido. El pelo se lleva recogido para que resalte la figura.
Lugar ideal: En una galería o al lado de una piscina con cabañas bien dispuestas o en un viñedo.
Clásica
Los vestidos clásicos son elegantes, tradicionales, sofisticados y atemporales tipo Audrey Hepburn y Grace Nelly. El estilo es limpio, con líneas simples y delicadas.
Accesorios: Usa adornos en el escote y también tejidos a mano. La organza y la seda van muy bien con un ambiente sobrio y elegante.
Lugar ideal: Un espacio amplio, casi una mansión.
Bohemia
El estilo bohemio es entre salvaje y angelical, da lugar a diferentes estilos y culturas. Los vestidos pueden ser corte imperio, con tejidos delicados en el escote y otros con capas en la falda, la sencillez es la característica de estos trajes. La tela de terciopelo es usada en la decoración del vestido, también los bordados florales.
Accesorios: Preferiblemente no uses velo ni peinados muy estructurados, pues debes verte natural. Es recomendable llevar flores en el pelo. Puedes usar colores fuertes como el naranja o el verde en los accesorios del vestido.
Lugar ideal: En el campo, al aire libre cuyo principal atractivo sea el paisaje.
Informal
Las novias que optan por diseños informales lo hacen para no complicarse. El estilo es como un efecto de brisa de verano que va mezclado con sensualidad y pureza. Por lo tanto los vestidos no deben ser voluminosos ni con corsé, sino telas que se acomoden a las curvas naturales como la seda. Es recomendable mostrar mucha piel usando strapless o diseños con espalda pronunciada.
Accesorios: La idea es lucir pocos accesorios, aretes pequeños y pulseras. El pelo puede llevarse suelto o a medio recoger, sin adornos. Puedes ponerle un toque de color al atuendo con el ramo.
Lugar ideal: En la playa, en el patio trasero o en un viñedo. Terra Networks S.A


Fuente:

Terra

2 de Marzo de 2009



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El ramo: colores y formas


El ramo de la novia debe ser elegido por ella misma, teniendo en cuenta sus gustos, su altura y el estilo de su traje de novia. Aunque en los últimos años la tendencia ha ido cambiando, los colores más empleados en este tipo de ramos suelen ser los tonos suaves tipo crema, salmón o el blanco.
Se debe considerar la época del año en que se celebra la boda, pues va a marcar qué flores tendremos disponibles y cuales serán difíciles de encontrar.
Si bien es cierto que el uso de viveros alarga las temporadas, en ocasiones localizar una determinada flor, en un determinado momento del año, puede ser una ardua tarea.
Lo más importante es elegir un tipo de flor y dotarle de mucho protagonismo, sin añadir casi verde. Además, la elegancia natural se transmite con tonos crudos y flores campestres.
Por otro lado, para novias divertidas o bodas en invierno lo más recomendable son los ramos informales de aspecto desenfadado, utilizando colores fuertes como los naranjas, los rosas o el burdeos, mezclados con mucho verde.
Para las novias más clásicas, las orquídeas en tonos crema son una buena opción, así como las clásicas rosas blancas muy abiertas. Otra opción podrían ser los nardos blancos.
La envergadura de la novia también es un factor fundamental en la elección de su ramo.
Por ejemplo, una novia de poca altura deberá llevar un ramo recogido, no demasiado grande, para no ser desplazada por la importancia o envergadura de las flores.
Por el contrario, una novia alta puede llevar un ramo con mayor volumen.
El tono de la piel y el color del pelo, también marcará el tipo de flor que mejor puede combinar. Novias morenas pueden portar ramos de colores vivos, mientras que las novias rubias deberían optar por tonos pastel. Las mujeres pelirrojas pueden perfectamente optar por tonos intensos como por ejemplo anaranjados.
Además de esto, tenemos la posibilidad de elegir la forma del ramo, ya sea redondeado, en forma alargada o con múltiples posibilidades. El bouquet redondo es el más cómodo para manejar a lo largo del día. Si la novia se decanta por este tipo de creación floral conseguirá un aire más romántico.
El vestido de novia es otro punto fundamental a tener en cuenta cuando se seleccione el ramo.
El color y el volumen del vestido marcará también el color predominante y el volumen del ramo.
Si el traje es clásico, con larga cola y velo, se hará necesario el uso de un ramo con caída para que el conjunto resulte visualmente equilibrado.Otro aspecto a tener en cuenta es la decoración floral del lugar donde se vaya a oficiar la ceremonia así como del restaurante.
El tipo de decoración dependerá del recinto en el que vaya a transcurrir el evento.
Algo a concretar desde el momento que se reserva la fecha para la boda es qué posibilidades permite el lugar, tanto para la decoración floral, como para los reportajes fotográficos.
Es frecuente encontrar que la parroquia o el edificio civil tiene algún tipo de acuerdo con alguna floristería.
Si la calidad que ofrecen no es mala, puede ser aceptable pero en caso de que deseemos nuestro propio decorador podremos declinar dichos servicios.
Hay que tener en cuenta que el ramo de la novia debe combinar con el resto de arreglos florales que decorarán la Iglesia o el juzgado.Heraldo


Fuente:

Heraldo

2 de Marzo de 2009



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