lunes, 2 de marzo de 2009

Secretos para organizar un enlace perfecto



Organizar una boda es algo complejo. Se trata de aquella ceremonia que todos deseamos que sea perfecta y resulte inolvidable, pero también es una de las ceremonias que en la que más detalles y factores intervienen, no siempre perfectamente controlados.

La clave del éxito está en disponer de una adecuada planificación con tiempo suficiente como para reaccionar ante los imprevistos que con toda seguridad irán surgiendo por el camino. Escoger el vestido de novia y el traje para él, preparar las invitaciones, contratar el banquete, las flores, elegir los adornos para la ceremonia... Pero, ¿por dónde empezar?

Lo más importante es no perder la calma y comenzar los preparativos con suficiente tiempo de antelación. La primera decisión importante que deben tomar los contrayentes es determinar el tipo de ceremonia que desean realizar, aunque en ambos casos deben tener en cuenta que la temporada alta para este tipo de celebraciones es de marzo a septiembre, de ahí la necesidad de escoger el emplazamiento y reservar fecha para el deseado enlace. La fecha concreta, el día, debería decidirse con bastante antelación, como mínimo un año. No suele haber largas listas de espera en caso de tratarse de una boda civil, pero en caso de una boda religiosa, si el templo elegido es de una cierta relevancia podemos encontrarnos con listas de espera de hasta varios años.
Seguidamente se deben elegir los padrinos y debemos ponernos en contacto con ellos, no debemos arriesgarnos a esperar demasiado y que alguno de ellos tenga ya un compromiso que haga imposible su asistencia. El paso siguiente es elegir el restaurante donde se celebrará el banquete. Si se sospecha que el lugar puede estar muy solicitado conviene empezar a mover este tema incluso antes, más o menos con un año de antelación.

Unos ocho meses antes, la novia debe comenzar a buscar su vestido. Es muy habitual que las firmas de moda nupcial cuelguen sus catálogos en su página web para que ellas puedan hacerse una idea de cuáles son las tendencias de la temporada. Los profesionales aconsejan mirarlo con unos ocho meses de antelación, de esta manera, la novia puede probarse distintos modelos antes de decantarse por uno. Una vez elegido el vestido hay que ultimar otros pequeños detalles como la lencería, los zapatos, los tocados de pelo, etc.

Cuatro meses antes del enlace es el momento perfecto para seleccionar las invitaciones. Actualmente, existen cientos de modelos en el mercado, por eso, lo más conveniente es elegir una tarjeta que se adapte a nuestros gustos. Las invitaciones de boda deben enviarse con dos o tres meses de antelación si queremos asegurarnos la asistencia de todos los invitados.

También hay que empezar a mirar las alianzas y decidirse por el fotógrafo. Finalmente, los últimos meses antes del enlace se deben dedicar a perfilar algunos detalles importantísimos como el maquillaje y el peinado que lucirá la novia, los adornos florales, las joyas y, sobre todo, el destino de la luna de miel, sin duda, uno de los momentos más esperados por los novios.

Para los últimos días antes de la boda no debería quedar nada por hacer, en teoría. La práctica siempre suele poner imprevistos en el camino, así que lo principal es tratar de mantener la calma en lo posible.

Un año por delante
Los preparativos de una boda comienzan un año antes de la fecha del enlace. Tras decidir el futuro matrimonio si prefieren contraer matrimonio de manera religiosa o civil, se deberá seleccionar la iglesia, el juzgado o el Ayuntamiento en el que se vaya a oficiar el enlace y pedir fecha. Tras este trámite hay que seleccionar el restaurante donde se celebrará el banquete. Desde entonces, comienza una larga carrera para tener todo listo en la fecha prevista.
Ocho meses antes
Ocho meses antes de la fecha elegida hay que empezar a buscar el vestido de novia con el que toda mujer sueña. Este paso puede llevar más tiempo del esperado, por lo que conviene probarse distintos modelos antes de decantarse por uno. Suele ser bastante habitual que las novias pierdan peso a medida que se acerca la fecha del enlace, así que es muy probable que días antes de la boda tengan que realizar una última prueba del vestido.
Seis meses antes
Es la recta final. En los últimos seis meses hay que ultimar los pequeños detalles como las invitaciones y alianzas, así como otros complementos que llevarán los novios. También hay que empezar a buscar el fotógrafo que inmortalizará un día tan especial. Además, hay que reservar con suficiente antelación el viaje o luna de miel.


Fuente:

Heraldo

2 de Marzo de 2009



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